EVANGELIO DEL DÍA

martes, 7 de diciembre de 2010

«Te saludo, llena de gracia»

EVANGELIO DEL DÍA: 08/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


La Inmaculada Concepción de la Virgen María, Patrona de España - Solemnidad


Libro de Génesis 3,9-15.20.
Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?".
"Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí".
El replicó: "¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?".
El hombre respondió: "La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él".
El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Cómo hiciste semejante cosa?". La mujer respondió: "La serpiente me sedujo y comí".
Y el Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.
Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón".
El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

Salmo 98(97),1-4.
Salmo. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.

Carta de San Pablo a los Efesios 1,3-6.11-12.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.
En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad-
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.

Evangelio según San Lucas 1,26-38.
En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".
María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".
El Angel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,
porque no hay nada imposible para Dios".
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó. 
Lc 1,26-38
Leer el comentario del Evangelio por 
San Epifanio de Salamina (?-403), obispo
Homilía nº 5; PG 43, 491.494.502
«Te saludo, llena de gracia»
     ¿Cómo hablar? ¿Qué elogio podré yo hacer de la Virgen gloriosa y santa? Ella está por encima de todos los seres, exceptuando a Dios; es, por naturaleza, más bella que los querubines y todo el ejército de los ángeles. Ni la lengua del cielo, ni la de la tierra, ni incluso la de los ángeles sería suficiente para alabarla. ¡Bienaventurada Virgen, paloma pura, esposa celestial..., templo y trono de la divinidad! Tuyo es Cristo, sol resplandeciente en el cielo y sobre la tierra. Tú eres la nube luminosa que hizo bajar a Cristo, él, el rayo resplandeciente que ilumina al mundo.

     Alégrate, llena de gracia, puerta de los cielos; es de ti que habla el Cantar de los Cantares... cuando exclama: «Tú eres huerto cerrado,          hermana mía, esposa mía, huerto cerrado, fuente sellada (4,12)... Santa Madre de Dios, cordera inmaculada, de ti ha nacido el Cordero, Cristo, el Verbo encarnado en ti... ¡Qué sorprendente maravilla en los cielos: una mujer, revestida de sol (Ap 12,1), llevando la luz en sus brazos!... Qué asombrosa maravilla en los cielos: el Señor de los ángeles hecho hijo de la Virgen. Los ángeles acusaban a Eva; ahora llenan de gloria a María porque ella ha levantado a Eva de su caída y hace entrar en los cielos a Adán echado fuera del Paraíso...

     Es inmensa la gracia concedida a esta Virgen santa. Por eso Gabriel, le dirige primeramente este saludo: «Alégrate, llena de gracia», resplandeciente como el cielo. «Alégrate, llena de gracia», Virgen adornada con toda clase de virtudes... «Alégrate, llena de gracia», tú sacias a los sedientos con la dulzura de la fuente eterna. Alégrate, santa Madre inmaculada; tú has engendrado a Cristo que te precede. Alégrate, púrpura real; tú has revestido al rey de cielo y tierra. Alégrate, libro sellado; tú has dado al mundo poder leer al Verbo, el Hijo del Padre. 



miércoles 08 Diciembre 2010

La Inmaculada Concepción de la Virgen María



La Inmaculada Concepción de María 
La Concepción Inmaculada de María (su preservación del pecado original y de todo pecado personal) está insinuada, mejor implícitamente revelada, v.gr., en los textos bíblicos. La Iglesia ha considerado las palabras del Arcángel San Gabriel en su saludo a María; “ llena de gracias”, como expresión de pureza, de inmunidad de todo pecado; y ha contemplado en la “Mujer”, que junto con “su Linaje” (su Hijo) “aplasta la cabeza de la Serpiente”, la victoria de María, “la nueva Eva” (en Jesucristo su Hijo), sobre el pecado original y personal.



La Iglesia ha llevado en las entrañas de su Fe la persuasión –su Revelación- de la Concepción Inmaculada de María.   En el  curso de los tiempos, la Iglesia, asistida por el Espíritu Santo que “la guía hasta la verdad plena”, ha ido desentrañando, haciendo cada vez más explícita, en la reflexión, en la plegaria, en las celebraciones, la creencia –Revelación- , de la Concepción Inmaculada de María. Hasta llegar a la declaración solemne (Definición Dogmática) del Papa Pío IX en 1854. “ Que la Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios... en atención a los méritos de Jesucristo... “.   María ha sido redimida por Jesucristo su Hijo –como todo los hombres antes y después de Cristo- de manera singular: “siendo preservada”.



La Concepción Inmaculada de María, lejos de ser una arbitrariedad, es consecuencia y exigencia de su Maternidad Divina. Ninguna otra criatura humana ha estado tan próxima, en contacto casi-físico con la Divinidad, como María, llevando en su seno al Hijo de Dios y ninguna Madre ha recibido la altísima misión, que María recibió de ser “educadora” del Hijo de Dios (la maternidad se realiza en la función educadora).   Celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María –nueve meses exactos de la Fiesta de la Natividad de María (el ocho de septiembre)- dentro del Tiempo de Adviento María con su pureza y santidad (la “llena de gracia”), simboliza, personifica y anticipa el futuro de la humanidad, salvada en Cristo. En María se ha cumplido plenamente lo que el Apóstol nos anuncia como proyecto, que ha de realizarse en nosotros. Así Ella es la Imagen de la Iglesia.






Oremos 
Dios todopoderoso, que, por la inmaculada concepción de la Virgen María, preparaste una digna morada para tu Hijo y, en previsión de la muerte de Jesucristo, preservaste à su madre de toda mancha de pecado, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta madre inmaculada, que lleguemos à ti limpios de toda culpa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

"Hail, favored one!"

DAILY GOSPEL: 08/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68

The Immaculate Conception of the Blessed Virgin Mary - Solemnity
Book of Genesis 3:9-15.20.
The LORD God then called to the man and asked him, "Where are you?"
He answered, "I heard you in the garden; but I was afraid, because I was naked, so I hid myself."
Then he asked, "Who told you that you were naked? You have eaten, then, from the tree of which I had forbidden you to eat!"
The man replied, "The woman whom you put here with me--she gave me fruit from the tree, so I ate it."
The LORD God then asked the woman, "Why did you do such a thing?" The woman answered, "The serpent tricked me into it, so I ate it."
Then the LORD God said to the serpent: "Because you have done this, you shall be banned from all the animals and from all the wild creatures; On your belly shall you crawl, and dirt shall you eat all the days of your life.
I will put enmity between you and the woman, and between your offspring and hers; He will strike at your head, while you strike at his heel."
The man called his wife Eve, because she became the mother of all the living.

Psalms 98(97):1-4.
Sing a new song to the LORD, who has done marvelous deeds, Whose right hand and holy arm have won the victory.
The LORD has made his victory known; has revealed his triumph for the nations to see,
Has remembered faithful love toward the house of Israel. All the ends of the earth have seen the victory of our God.
Shout with joy to the LORD, all the earth; break into song; sing praise.

Letter to the Ephesians 1:3-6.11-12.
Blessed be the God and Father of our Lord Jesus Christ, who has blessed us in Christ with every spiritual blessing in the heavens,
as he chose us in him, before the foundation of the world, to be holy and without blemish before him. In love
he destined us for adoption to himself through Jesus Christ, in accord with the favor of his will,
for the praise of the glory of his grace that he granted us in the beloved.
In him we were also chosen, destined in accord with the purpose of the one who accomplishes all things according to the intention of his will,
so that we might exist for the praise of his glory, we who first hoped in Christ.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 1:26-38.
The angel Gabriel was sent from God to a town of Galilee called Nazareth,
to a virgin betrothed to a man named Joseph, of the house of David, and the virgin's name was Mary.
And coming to her, he said, "Hail, favored one! The Lord is with you."
But she was greatly troubled at what was said and pondered what sort of greeting this might be.
Then the angel said to her, "Do not be afraid, Mary, for you have found favor with God.
Behold, you will conceive in your womb and bear a son, and you shall name him Jesus.
He will be great and will be called Son of the Most High, and the Lord God will give him the throne of David his father,
and he will rule over the house of Jacob forever, and of his kingdom there will be no end."
But Mary said to the angel, "How can this be, since I have no relations with a man?"
And the angel said to her in reply, "The holy Spirit will come upon you, and the power of the Most High will overshadow you. Therefore the child to be born will be called holy, the Son of God.
And behold, Elizabeth, your relative, has also conceived a son in her old age, and this is the sixth month for her who was called barren;
for nothing will be impossible for God."
Mary said, "Behold, I am the handmaid of the Lord. May it be done to me according to your word." Then the angel departed from her. 
Lc 1,26-38
Commentary of the day 
Saint Epiphanius of Salamis (?-403), bishop
Sermon no.5 ; PG 43, 491.494.502
"Hail, favored one!"
How can I speak? What praises could I possibly make of the holy and glorious Virgin? She surpasses all other beings except for God himself. She is by nature more beautiful than the cherubim and seraphim and the whole angelic host. No language, whether of heaven or earth or even of the angels, is enough to praise her. Blessed Virgin, spotless dove, heavenly bride..., temple and throne of the Godhead! Christ, the sun that shines resplendently in heaven and on earth, belongs to you. You are the luminous cloud that brought Christ down to earth, he who is the bright streak of lightening who shines across the world.

Rejoice, full of grace, gate of heaven! It was of you the author of the Songs of Songs speaks... when he cries aloud: «A garden enclosed is my sister, my bride; an enclosed garden, a fountain sealed» (4,12)... Holy Mother of God, spotless ewe: you gave birth to Christ the Lamb, the Word made flesh in you... How amazing a wonder in the heavens: a woman clothed with the sun (Rv 12,1), carrying the light in her arms!... How amazing a wonder in the heavens: the Lord of angels become the Virgin's child. Angels judged Eve; now they fill Mary with glory since it was she raised Eve from her fall and brought Adam, expelled from Paradise, into heaven.

Vast is the grace given to this holy Virgin. Hence Gabriel first addresses her with this greeting: «Hail, full of grace», resplendent as the heaven. «Hail, full of grace», Virgin adorned with countless virtues... «Hail, full of grace», you quench our thirst at the sweetness of the everlasting stream. Hail, holy and immaculate Mother, you conceived the Christ who existed before you. Hail, royal purple, you clothed the king of heaven and earth. Hail, O sealed book, you enabled the world to read the Word, the Father's Son.


Wednesday, 08 December 2010

St. Patapius, Hermit



 Saint Patapius
Hermit
        At Constantinople, St. Patapius, solitary, renowned for virtues and miracles.


The Roman Martyrology