EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 12 de febrero de 2015

Un «manitas» en paro restaura una ermita para vivir en ella como ermitaño y al terminarla se muere - ReL

Un «manitas» en paro restaura una ermita para vivir en ella como ermitaño y al terminarla se muere - ReL

Un «manitas» en paro restaura una ermita para vivir en ella como ermitaño y al terminarla se muere

Joaquín Panivino, el ermitaño de la ermita de Santa Bárbara de Alcañiz (Teruel) falleció el martes 10 de febrero, al parecer, como consecuencia de un infarto.

Panivino, que se había hecho cargo del puesto de ermitaño desde el año pasado, había llevado a cabo una puesta a punto de la vivienda de la ermita, que apenas pudo disfrutar.

La parroquia de Alcañiz se ha hecho de momento cargo del cadáver, que se encuentra depositado en el tanatorio de Alcañiz, dado que, según explicó el párroco, Pablo Roda, nadie había reclamado el cuerpo. Al parecer, al fallecido tan sólo le quedaban familiares lejanos en Barcelona, así como algunos amigos.

Según el párroco, Joaquín Panivino había acudido a Alcañiz este martes para realizar varias gestiones. "Se tomó un café en un bar y dijo que sentía un dolor en el pecho. De allí se acercó a una tienda de electrónica, pero antes de llegar se desplomó y se dio un golpe fuerte en la cabeza y en la nariz". El dueño de la tienda y una persona que presenció esta situación atendieron al ermitaño y avisaron a una ambulancia. Allí mismo, un médico intentó su reanimación, pero "no pudieron recuperarlo", explicó Roda.

El entierro tiene lugar el jueves 12 de febrero, después de la misa funeral, que se oficia a las 12 del mediodía en la iglesia de San Francisco. El párroco se puso en contacto con el Ayuntamiento con el fin de conseguir un nicho donde darle sepultura.

En una entrevista realizada para la contraportada de DiarioDeTeruel.es el pasado mes de octubre, Joaquín Panivino mostraba una gran ilusión por la tarea encomendada meses atrás por la parroquia y la Junta de Santa Bárbara, una ermita situada al norte de Alcañiz y muy cerca del Santuario de Nuestra Señora de Pueyos.

Sus vistas, su silencio y la panorámica que se divisa desde allí cautivaron a este hombre que llevaba varios años en paro y residiendo en el camping de Alcañiz, pero que fue aceptado como ermitaño por sus conocimientos de albañilería y su disposición a vivir en soledad, a recibir a cuantos visitantes se aproximaran por el lugar y que se comprometió al mantenimiento del edificio y de todo su entorno.

Esos eran los requisitos que se demandaban desde el fallecimiento del anterior ermitaño y que no todos los aspirantes a ocupar el puesto cumplían, tal y como explicó el párroco de Alcañiz, quien comentó que Panivino fue el aspirante que mejores condiciones presentaba para el puesto de todos los que se presentaron.

En este sentido, Roda comentó que "hay gente que busca un trabajo a cambio de remuneración, y ser ermitaño de Santa Bárbara no supone el cobro de ningún tipo de sueldo, sino que es un contrato en precario, como un alquiler sin coste a cambio del mantenimiento del lugar".

Restauración del entorno
En octubre pasado, Joaquín Panivino estaba inmerso en las obras de mejora de la ermita y de la casa del ermitaño, que estaba en un importante estado de abandono, ya que su anterior inquilino era una persona muy mayor.

Panivino explicaba que su objetivo prioritario era poner a punto todo el edificio, pintarlo, barnizar las puertas, colocar un sistema de iluminación con leds para que las placas solares no agotaran la batería tan rápidamente, etc. Lo consiguió. "Ha hecho una buena labor, ha arreglado la casa, las puertas, los armarios, se había puesto una emisora de radio, televisión y también acceso a internet. Era un manitas y estaba muy contento por el trabajo realizado y porque la gente subía a verlo. El problema es que no ha podido disfrutarlo", se lamentó el párroco.

En los últimos días había enviado fotografías a algunos de sus amigos de la nevada de la semana pasada en la zona, con panorámicas tomadas desde la ermita.


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El exorcista de Sídney dice que su caso más claro en cinco años fue con una chica que hacía reiki - ReL

El exorcista de Sídney dice que su caso más claro en cinco años fue con una chica que hacía reiki - ReL

El exorcista de Sídney dice que su caso más claro en cinco años fue con una chica que hacía reiki

La Iglesia Católica en Sídney, Australia, está acostumbrada a hablar de exorcismos, porque su anterior exorcista oficial era ni más ni menos que su obispo auxiliar, Julian Porteous, que comentaba el tema en la prensa, se dejaba fotografiar revestido para este ministerio, advertía contra las prácticas esotéricas y de nueva era y en 2012 publicó un manual sobre exorcismos menores (como los de los bautismos, y otros sacramentales) para que fuesen más frecuentes en el servicio de los sacerdotes y un folleto de 40 páginas para laicos sobre los peligros de lo sobrenatural. Y todo eso en un entorno de imagen moderna y rejuvenecida por la Jornada Mundial de la Juventud de 2008 en esa diócesis.

Toda esta difusión no pareció perjudicar una carrera eclesial normal para Porteous, colaborador del cardenal George Pell, y desde julio de 2013 es el arzobispo de la isla de Tasmania (aunque es cierto que para ser un arzobispado es pequeño: 25 parroquias y 90.000 católicos).

Nuevo exorcista, no revela su nombre
Ahora Sídney tiene nuevo exorcista, y también hace declaraciones, pero pide no difundir su nombre para evitar llamadas de gente que necesitará acompañamiento, escucha y terapia, pero no realmente un exorcista.

El periodista Peter Munro, del The Sydney Morning Herald se asombra al ver que el mecanismo de atención a feligreses por acción demoníaca en Sídney está bien engrasado. "Los sacerdotes informan de posibles casos de opresión espiritual o posesión al jefe de la oficina archidiocesana, que envía por email los detalles al exorcista. Él remite cada caso a un psicólogo para una evluación preliminar. Los casos que quedan sin explicar pueden requerir un exorcismo, para el cual hay un proceso establecido", escribe el periodista.

Por eso, los casos serios llegan al exorcista, y él prefiere evitar los casos de enfermedad mental y ser "asediado por llamadas todo el día y toda la noche". En una diócesis con 630.000 católicos y 2,3 millones de habitantes hay mucha gente que necesita ayuda de un tipo u otro.

El nuevo exorcista, de hecho, empezó su tarea ya acompañando al anterior, al ser designado por el cardenal Pell en 2010 después de participar en un seminario de 4 días sobre la materia. Es un sacerdote de edad avanzada.

El caso más claro: reiki
Explica que el caso en el que sintió que ha estado más cerca del demonio fue el exorcismo de una mujer joven que estaba "más bien comatosa" después de implicarse en el reiki, una práctica espiritual que dice canalizar una energía misteriosa e indetectable y que en ciertos niveles invoca entidades espirituales o guías o nombres secretos en japonés que en realidad pueden ser invocaciones a demonios. "El demonio estaba allí, de alguna manera, probablemente no el mismo Lucifer sino alguno de sus ángeles caídos", asegura el exorcista de Sídney.

Otro obispo australiano que habla del tema sin tapujos es Peter Elliot, obispo auxiliar de la gran diócesis de Melbourne, con más de un millón de católicos. Dice que es un consultor en asuntos exorcísticos, que discierne algunos casos y los remite al exorcista. Y cuenta ejemplos de lo que se trata.

La luz del pueblo se fue
"Un amigo mío estaba haciendo un exorcismo y fue arrojado al otro lado del santuario y casi se rompe la espalda con la barandilla de mármol del altar. En otro caso, en un pueblo donde realizaban un exorcismo, cuando la entidad fue devuelta al lugar donde pertenece –al abismo- se colgó el sistema eléctrico del pueblo. Pero estos casos son raros. Cuando era un cura joven, me enviaron algunos casos. Uno era un chico esquizofrénico, y me enseñó a ser muy cuidadoso".

Sobre el tema de espíritus-guía y los "ángeles" de la Nueva Era el obispo Elliot cuenta un caso: "Una mujer aseguraba que tenía un ángel que la guiaba y que solía hablar a ese ángel. Al final la entidad demostró su verdadero rostro y que era un ser mentiroso. Quería poder y control sobre ella. Iba de cabeza hacia la posesión, diría que ya estaba a mitad de camino… pero recibió ayuda espiritual y hoy es feliz".

El obispo Elliot recuerda que aunque la guerra contra el demonio ya está ganada por Cristo, aún hay conflictos en la vida de los seres humanos "porque somos imperfectos y vivimos en un mundo imperfecto".

El periodista Peter Munro, después de consultar a personalidades de ámbitos protestantes que también trabajan el campo de lo demoníaco, habla también con el padre Ken Barker, fundador en Canberra de los Misioneros Católicos del Amor de Dios (http://mglpriestsandbrothers.org). Por un lado, el padre Ken pide que no se vea al demonio detrás de cada mal, pero por otra parte reconoce la fascinanción que ejerce. Cuenta que estando en el extranjero un joven de 18 años le contó que había entregado su alma a Satán a cambio de que le hiciera famoso.


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